Pensé que ese día nunca llegaría, ese día en el renaceria de mis cenizas para ser otra vez alguien. Ese día en el que volvería a nacer, pero ya nada sería lo mismo. Me he dado cuenta de que he renacido, o eso creo... Me he convertido en una persona totalmente distinta, más reservada si es posible, y más timida. Todo ha cambiado, por alguna razón u otra me siento distinta a los últimos meses, semanas e incluso días me atrevería a decir. Tengo la sensación de que he cambiado de la noche a la mañana, pero nadie cambia tan rápido... ¿no?
De alguna manera he cambiado, no se exactamente de dónde vengo ni a dónde voy. No tengo rumbo, lo he perdido, si es que alguna vez lo tuve... Solo sé que quiero escapar, escapar de aquí, de está ciudad, de la gente que conozco y de la que conocere si me quedo porque no quiero. No quiero tener nada que ver con este cambio, con esta vida. Solo quiero huir, dejarlo todo atrás... todo. Quiero huir sin equipaje de mano, allá a donde me lleve no la necesitaré o tal vez si.. ¿qué más da? ¿Acaso importa?
He estado esperando todo mi vida ese día de mi vida en el que me vaya y nunca vuelva, pero parece ser que nunca llega. No me dejan... no me dejan huir, solo quiero alejarme de este mundo, de todo y de todos. Correr hasta que me quede sin aliento, como si no hubiera mañana y cuando este lo suficientemente lejos y alto gritar, gritar con todas mis fuerzas, en un lugar donde NADIE pueda oirme.
Hoy he renacido de las cenizas, tal como un Fénix después de muerto. Con ganas de vivir, y escapar. Escapar a un lugar dónde nadie me diga que hacer o como comportarme, un lugar dónde pueda ser yo misma... Un lugar apartado de la civilización, más allá de los centros comerciales, más allá de la gente, entre medio de árboles y naturaleza. Solo allí, solo en ese pequeño rincón estaré en paz, y será un lugar al que pueda llamar hogar.
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